Ahora que estamos en Cuaresma, hay que hacer más oración y penitencia para purificar nuestra alma y unirnos más a Dios. Penitencia en reparación por nuestros pecados y oración para conocer y amar más a Jesús, Dios Mismo hecho hombre. Hay que dejar entrar a Jesús en el corazón, en tu corazón. Que lo llene TODO todito, sin dejar espacio en ningún rincón y tu vida será mejor por tener bien tu corazón.
No se puede vivir con el corazón cansado ni con el alma en pecado. Jesús es el mejor consuelo, el mejor amor. Así que, dale tu corazón a Jesús cada día. Jesús es la fuerza que necesitas para seguir adelante, haz la prueba.
Quien entregue su vida a Jesús no la perderá jamás.
Contigo
Montserrat Bellido Durán