Agradece a Dios tantas cosas buenas que tienes, empezando por la vida, la capacidad de aprender y discernir, la libertad y su gran amor. No te canses jamás de darle gracias a Dios por todo lo bueno que te da y por su ayuda en las cosas malas que vives, porque Dios siempre está pendiente de ti.
Contigo
Montserrat Bellido Durán