Home Cómo se reza el Santo Rosario

Cómo se reza el Santo Rosario

por Montserrat Bellido Durán

El Santo Rosario se inicia con la señal de la Cruz y sigue con el rezo del acto de contrición, se dicen las intenciones por las que se ofrece el rezo del Santo Rosario y después se anuncian los Misterios que se contemplan ese día, pasando a rezar el primer misterio y los 4 siguientes. Cada Misterio se compone de un Padrenuestro, diez Avemarías y una Gloria. Una vez rezados los misterios, se rezan las Letanías de la Virgen y a continuación la Salve. Luego se reza:

-Un Padrenuestro, Avemaría y Gloria, por las almas de los difuntos y las almas del purgatorio.

-Un Padrenuestro, Avemaría y Gloria, por las almas de los difuntos y las almas del purgatorio. Para que el látigo de Dios limpie la Casa del Padre.

-Un Padrenuestro, Avemaría y Gloria, por las intenciones del Papa y ganar las indulgencias del rezo del Santo Rosario.

Y se termina rezando el Credo.

Puedes descargarte aquí la Guía para rezar el Santo Rosario.

Es bueno recordar que la familia que reza unida permanece unida, que la recitación piadosa y consciente del Santo Rosario nos trae la paz al alma y nos une más estrechamente a María para vivir auténticamente nuestra Fe. Además ¿Sabes cuáles son las 15 Promesas para los que recen el Santo Rosario?

Las 15 promesas del Santo Rosario

Según el Beato Alano, éstas son las promesas de Nuestra Señora para quienes rezan frecuentemente y con devoción la oración mariana:

1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.

2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.

3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.

4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.

6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.

7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.

8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.

9. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.

10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.

11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.

12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.

14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.

15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

¿Qué es el Rosario?

El Santo Rosario es una oración tradicional católica que busca honrar a la Virgen. Está compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal.

En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la meditación sobre los principales Misterios o hechos de la vida, Muerte y Gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre.

La oración verbal consiste en recitar el Padre Nuestro y el Ave María mientras meditamos sobre los Misterios del Rosario.

La palabra Rosario significa “Corona de Rosas”. Simbólicamente cuando rezamos el Ave María estamos dando a Nuestra Señora una hermosa rosa. Como la rosa es la reina de las flores, así es también el Rosario, de todas las devociones la más importante. 

Historia del Santísimo Rosario

La Santa Iglesia recibió el Rosario en su forma actual en el año 1214 de una forma milagrosa: Nuestra Señora se apareció a Santo Domingo y se lo entregó como un arma poderosa para la conversión de los herejes de aquellos tiempos. De hecho, muchos de los herejes se convirtieron, y desde entonces, su devoción se propagó rápidamente alrededor del mundo con increíbles y milagrosos resultados. Infelizmente su uso se fue perdiendo, pero durante el siglo XV se recuperó gracias al gran apóstol del Rosario: el dominico Alain de la Roche.

Vale la pena recordar que, entre las variadas apariciones de la Santísima Virgen, siempre Ella ha insistido en el rezo del Santo Rosario. Es así como, por ejemplo, en 1917 la Santísima Virgen insiste en el rezo del Rosario a los tres pastorcitos, en cada una de sus apariciones ahí en Fátima.

El Rezo del Rosario cobró fuerza en la cristiandad tras la Batalla de Lepanto en 1571. El 7 de octubre de 1571 la Liga Cristiana, comandada por Don Juan de Austria, se enfrentó a la flota musulmana en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto. Antes del combate las tropas cristianas rezaron devotamente el Santo Rosario para vencer a un enemigo superior en número y buques de guerra, y la Virgen les concedió la Victoria. Por ello, se instituyó la fiesta del 7 de octubre como la Virgen de las Victorias, conocida también como la festividad de Nuestra Señora del Rosario.

En el año 2002 el Papa San Juan Pablo II introdujo los Misterios Luminosos. Con ello, se cuentan actualmente 20 misterios en el Santo Rosario y que son los siguientes:

Los misterios del Rosario

Misterios Gozosos (lunes y sábado)

La Encarnación del Hijo de Dios.
La Visitación de nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén.
La Presentación de Jesús en el Templo.
El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo.

Misterios Dolorosos (martes y viernes)

La Oración en el Huerto.
La flagelación de Jesús atado a la columna.
La Coronación de espinas.
Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario.
La Crucifixión y la Muerte de Jesús.

Misterios Gloriosos (miércoles y domingo)

La Resurrección del Hijo de Dios.
La Ascensión del Señor al Cielo.
La venida del Espíritu Santo.
La Asunción de María al Cielo.
La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado.

Misterios Luminosos (jueves)

El Bautismo en el Jordán.
Las bodas de Caná.
El Anuncio del Reino de Dios.
La Transfiguración.
La instauración de la Eucaristía.